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La mejor venganza, es ser felices: la historia de Kenya Cuevas

Kenya Cuevas es una activista por los derechos humanos de las mujeres trans y fundadora de la Casa de las Muñecas Tiresias. Ha dejado una huella importante e imborrable alzando la voz por los transfeminicidios en México, las personas con VIH, las trabajadoras sexuales y las mujeres trans.

En el marco del FICG llegó el lanzamiento nacional de “Kenya”. El documental narra un fragmento importante de la vida y lucha de nuestra protagonista por el asesinato de su amiga Paola Buenrostro. Este documental nos provoca todo tipo de emociones humanas, como el llanto por empatía ante el dolor.

Nos narra la vida de Kenya desde este doloroso acontecimiento. El cual marca un parteaguas sumamente importante para los derechos de las personas trans en México. Dentro de este documental dirigido por Gisela Delgadillo, logra enfatizarse la vida de las mujeres trans en diferentes circunstancias: el trabajo sexual, la violencia y la discriminación que viven día a día por instituciones, la sociedad e incluso sus propias familias. Muchas de ellas llevan una vida de adicciones, donde encuentran un espacio para olvidar sus penas y refugiarse.

En este filme, Kenya nos muestra lo complicado y lastimoso que fue el asesinato de su amiga: desde la impunidad del asesino, no poder velarla dignamente, la necedad de su familia a seguirla nombrando como antes de su transición y todo el proceso legal que conllevó este acontecimiento.

Kenya tuvo valor para hacer ver las deficiencias, negligencias, violencias, omisiones y discriminaciones que vivió por parte del gobierno, hasta que decidió, después tres años de indiferencia al asesinato de Paola, tomar una de las vías centrales del Estado de México. Y meterse ella misma en un ataúd y visibilizar que años después aún no podían reconocer como un crimen de odio lo sucedido. Y que ella y sus amigas podían ser las siguientes. La consigna era “Derechos iguales para todas las transexuales”.

A lo largo de la cinta, podemos presenciar cómo es su vida al ejercer el trabajo sexual, donde varias de ellas contraen VIH y lo complicado que es recibir atención médica. Algunas llegan a ser golpeadas por parte de las mismas personas que las contratan. Otras son propensas a las adicciones, y no fue sencillo iniciar la Casa de las Muñecas Tiresias, como centro de atención y ayuda, para que todas puedan salir adelante y tener una vida mejor.

Ella ha inspirado a muchas personas, y nos invita a ser conscientes, a garantizar y respetar los derechos y la dignidad humana de todas las personas sin distinción de su género.

Kenya Cuevas es una mujer que nos enseña y demuestra su gran valentía. A través de la cinta conocimos su lado más humanitario, de tristeza y coraje para seguir rompiendo todos “los techos de cristal” que están a su alcance.

Ella es un ejemplo de lucha, valentía, resiliencia y fortaleza, una mujer que no se ha dejado manipular por más podrido que se encuentre el sistema, que ayuda a quienes están a su alcance y que a pesar de lo complicada que ha sido su vida, ha decidido ser una mujer defensora de derechos en un mundo donde ejercer el activismo es una condena.

Kenya nos sigue demostrando el gran corazón que tiene, y que va a seguir trabajando para que sus derechos sean iguales y válidos. Es una lucha que aún no termina, que hace falta mucho por hacer para lograr que la sociedad sea más igualitaria y equitativa, donde respetemos a todas las personas sin importar su ideología, creencia, raza y, por supuesto, su orientación de género.

Hago la invitación a lector(a) a poner nuestro grano de arena, para combatir la ignorancia en nuestras opiniones y acciones, teniendo en cuenta que nuestra realidad no es la única y qué hay más personas que necesitan de nuestro apoyo.

Gracias Kenya por enseñarnos que la mejor venganza, es que seamos felices.


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©2020 por Revista Isotopía. 

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